Tarek Merlin, una de las voces más seguidas en el campo de la arquitectura sostenible, compartió con nosotros sus ideas sobre el revolucionario mundo de la construcción sostenible y la acuciante necesidad de conciencia ecológica en el sector de la construcción.
En concreto, analizamos un proyecto residencial en cuyo proceso de construcción se emplearon hormigón a base de madera y «piezas de Lego gigantes». «Se trata de cómo podemos construir de la forma más sostenible», explicó Merlin hablando de la obra. Las referidas piezas, hechas de cemento y madera reutilizada, permiten a una sola persona manejar el proceso, reduciendo a la vez la necesidad de mano de obra y la huella de carbono. Además, la uniformidad de las piezas ayuda a crear una arquitectura impactante dentro de las limitaciones que impone el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente.
Merlin también puso en primer plano el reto global de las emisiones de carbono: «Nuestro sector, el de la construcción, es responsable de una cantidad significativa de las emisiones». Además, hizo hincapié en la importancia de incorporar materiales reciclados y reutilizados siempre que se aborda un proyecto. Su firma ganó el concurso de la London School of Economics sobre la premisa de conservar el 60 % de la estructura existente del edificio, lo que suponía una reducción significativa de las emisiones de carbono.
Otro proyecto objeto de debate fue el de la inmobiliaria British Land, concretamente su sede en Seymour Street. Con el objetivo de transformar un frío edificio gris acristalado en un entorno cálido, acogedor y sostenible, el equipo de Merlin adoptó un enfoque innovador con el que reutilizaron granito y vidrio que formaban parte del edificio original, convirtiéndolos en nuevos elementos funcionales. El granito pasó a formar el suelo y el vidrio roto, tras formar parte de una instalación artística, se convirtió en conglomerado de terrazo, que se empleará en otro edificio de British Land, en el barrio de Canada Water.
En estos momentos, la firma de Merlin está trabajando en dos proyectos para The Conduit, un club de socios con mentalidad sostenible del centro de Londres. «El objetivo principal era evitar generar residuos y reutilizar todo lo que fuese posible en la propia obra». Para ello, consiguieron dar con soluciones creativas, como reutilizar puertas antiincendios como paneles para las paredes, y trabajaron en estrecha colaboración con una empresa tercera para reutilizar todo el material que hubiese que sacar del lugar.
Estos proyectos no solo acreditan la pericia arquitectónica de Merlin, sino también su compromiso con reducir la huella de carbono. Constituyen un elocuente testimonio del poder del pensamiento creativo, a la vez que proporcionan un sólido argumento a favor de la arquitectura sostenible. Su mensaje es claro: es necesario abordar el impacto medioambiental de la construcción ya, y no en un nebuloso futuro. En último término, la razón de ser del diseño sostenible no es solo preservar el entorno, sino crear espacios funcionales y estéticamente agradables siendo siempre ecológicamente responsables.
