Historias de éxito con Naomi Sakamoto y Emily Segal
1/ ¿Podría destacar algunos de los retos a los que se enfrentaron a la hora de diseñar incluyendo las prácticas de construcción ecológica y cómo los superaron?
Las limitaciones del presupuesto suponen un gran reto. Por ejemplo, retapizar el mobiliario existente suele ser más caro que comprar muebles nuevos, por lo que convencer a los clientes de que inviertan en opciones sostenibles es todo un desafío. Intentamos encontrar un equilibrio entre fomentar las prácticas sostenibles y ajustarnos al presupuesto y satisfacer las expectativas del cliente. Otro desafío son las barreras normativas. Los nuevos materiales, como la madera maciza, se someten a un mayor escrutinio en cuanto a su seguridad en caso de incendio, accesibilidad y durabilidad. Además, convencer a clientes y organismos de que adopten materiales nuevos que aún no se han probado es una tarea complicada, ya que nadie quiere ser el primero en arriesgarse a usar algo nuevo.
2/ ¿En Gensler prefieren trabajar en edificios nuevos o en la rehabilitación de edificios existentes que no son sostenibles?
Normalmente trabajamos con los clientes en función de sus necesidades. Muchas veces estudiamos si es mejor construir un edificio nuevo o modernizar uno existente, lo que implica realizar análisis detallados del ciclo de vida para comprender el impacto total del carbono. Rehabilitar edificios antiguos puede ser un auténtico reto, pero encontrar formas de hacerlos más sostenibles constituye una parte fundamental de nuestra metodología.
3/ ¿Cuál es el impacto de los proyectos de construcción ecológica en el medio ambiente?
Los proyectos de construcción ecológica reducen significativamente el impacto ambiental, ya que los edificios son responsables de cerca del 40 % de las emisiones mundiales, si tenemos en cuenta tanto el carbono incorporado como el carbono en uso. Para las grandes empresas como Gensler, trabajar en numerosos proyectos a gran escala supone una enorme oportunidad para lograr un cambio positivo, y nos tomamos muy en serio esta responsabilidad.
Tecnologías e innovaciones con Lucie Ladigue
1/ Ante la rápida desaparición de discos, cintas y sistemas informáticos debido a la digitalización, ¿seguirán existiendo soportes de información para el pasaporte de los materiales del edificio dentro de cincuenta años?
Sí, la Unión Europea ya está abordando esta cuestión con el pasaporte digital de productos, empezando por los textiles y cosméticos, debido a sus fases de uso más reducidas. De hecho, han convocado un concurso abierto para que empresas e investigadores desarrollen sistemas de gestión y una plataforma digital para conservar, actualizar y garantizar la trazabilidad de los datos de los materiales a lo largo del tiempo, una labor que todavía está en marcha.
2/ ¿Cómo mejoran los nuevos materiales la sostenibilidad de la construcción? ¿Supone una ventaja?
Sin duda. Antes, los materiales carecían de normas de seguridad y reciclabilidad. Ahora, en cambio, los nuevos materiales de diseño ecológico siguen unas directrices más estrictas, centradas en la modularidad, la facilidad de su desmontaje y la ausencia de productos químicos tóxicos. Esto garantiza una reutilización más segura de los materiales de edificios antiguos y una transición a materiales más seguros y sostenibles en las nuevas construcciones.
3/ ¿Cuál es el aspecto más difícil del proceso de certificación Cradle to Cradle?
La certificación ofrece a las empresas una valiosa hoja de ruta, pero requiere mucho tiempo. El desafío, que también se observa en la economía circular, es contar con los recursos y el personal adecuados para recopilar datos y colaborar con los proveedores. Esto implica compartir datos, obtener acuerdos de confidencialidad y conseguir la participación de los proveedores. El proceso suele prolongarse entre 10 y 18 meses para cumplir todos los criterios y requisitos.
4/ ¿Dónde puedo encontrar más información sobre todos los pasaportes de productos?
Llevará tiempo, ya que las directivas aprobadas a nivel europeo requieren dos años para que los Estados miembros las integren en las legislaciones nacionales, posiblemente con ligeras modificaciones. Se prevé que el lanzamiento del primer pasaporte digital de productos tenga lugar en torno a 2027-2028, probablemente empezando por los productos textiles.
Construyendo un Futuro Sostenible con Sabine Oberhuber
1/ ¿Reutilizar los materiales reciclados cuesta más o menos que utilizar materiales nuevos? ¿Pierden integridad estructural en el proceso?
El coste y la calidad de los materiales reciclados dependen de las condiciones del mercado. Por ejemplo, los plásticos reciclados fluctúan junto con los precios del petróleo, por lo que a veces resultan rentables y otras no. Sin embargo, se están preparando normativas para establecer la obligatoriedad de los materiales reciclados. En cuanto a la integridad estructural, varía según el material: mientras que el aluminio reciclado conserva su calidad, la del acero depende de las aleaciones utilizadas. Por ello, hay expertos que impulsan avances continuos en este campo, como las empresas que desarrollan métodos para reciclar y personalizar aleaciones de metal de forma eficaz.
2/ ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se ha enfrentado con los materiales utilizados en la construcción?
Uno de los principales retos es el precio y la disponibilidad, especialmente debido a las interrupciones en la cadena de suministro. Observamos las primeras repercusiones durante la COVID-19, y es probable que se convierta en un problema continuo que no podremos obviar.
3/ Al colaborar con diversas partes interesadas en proyectos anteriores, ¿cómo se iniciaron y gestionaron desde el principio estas colaboraciones para coordinar los objetivos de todo el mundo?
Sí, es fundamental implicar a todas las partes interesadas desde el principio para crear soluciones integradas desde conocimientos diversos. Así nos evitamos costosos rediseños posteriores. Incluso en los proyectos de renovación, la participación de todas las partes desde el principio garantiza valiosas aportaciones sobre el uso eficaz de los materiales existentes, evitando así el desperdicio.